Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH)
El Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH), es un trastorno crónico, de inicio precoz, cuyas manifestaciones pueden presentarse durante toda la vida, interfiriendo con el desarrollo normal en diferentes áreas de la vida del ser humano: académica, social, afectiva.
Como plantea la Psicóloga Estrella Joselevich se trata de personas impulsivas, en algunos momentos
desatentas y en otros llamativamente atentas, que les cuesta activarse para
realizar y sostener una tarea, muchas veces hiperactivas, desordenadas, o con
relativa incapacidad de postergar reacciones o frases, que dejan tareas sin
completar o para realizarlas a último momento bajo presión, con dificultades en
las relaciones interpersonales, baja tolerancia a la frustración y problemas
para manejarse con el tiempo, hipersensibles, algunas veces creativas,
emprendedoras.
Para comprender qué actividades, dinámicas y/o tareas son más plausibles de desarrollar en el aula con los alumnos con TDAH, es necesario
conocer qué situaciones aumentan o disminuyen los síntomas de los niños que lo presentan.
Los síntomas se acentúan:
- En situaciones exigentes pero poco estructuradas.
- En actividades repetitivas o aburridas.
- En situaciones en las cuales hay muchos estímulos distractores.
- En situaciones de baja supervisión.
- Cuando es necesario mantener la atención durante mucho tiempo en una misma tarea.
- En actividades autodirigidas.
- Si hay fatiga.
Los síntomas disminuyen:
- En situaciones muy estructuradas.
- En situaciones de juego libre.
- En actividades novedosas
- En actividades con temáticas de interés para el alumno.
- En situaciones de relacionamiento uno a uno.
- Cuando hay frecuentes reforzamientos.
- En situaciones de supervisión y control.
Posibles adecuaciones curriculares para los alumnos que tienen TDAH:
- Se sugiere a los docentes sentar al alumno adelante.
- A la hora de realizar actividades con varias pautas, recortar las consignas y hacerlas claras, precisas y escalonadas.
- Pedirle al alumno que repita la consigna para asegurarse que entendió.
- Incentivar a que el alumno realice una corrección previa sobre sus tareas antes de entregarlas.
- Alentar verbalmente sus producciones tanto orales como escritas.
- Alternar consignas que requieran mucha concentración con otras que sean más fáciles de realizar.
- No dar demasiadas instrucciones al mismo tiempo.
- Cuando se realice la evaluación, no modificar la manera de trabajar cotidianamente.
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